domingo, 1 de mayo de 2011

Aprendiz pintado en oro.

Adentraras en lugares en los cuales sentirás temor y pasión, el vació sera tu paisaje y las sensaciones perderán el control. Olvidaras tu nombre, tu existencia. Seras espectador de las palabras de un poeta...

Calles, intimos escenarios, desnudan mis pensamientos y su rabia ensucio mis ciegas manos. Mi bolígrafo, rey entre mil reyes, su tinta noble en papel despierta corazones de acero atrapados entre frustradas redes. De una dama, la belleza de su lágrima que anida en sus mejillas, triste y risueña ella, se desliza. Su pureza florece las mas escondidas ruinas. Su enorme pose, merece mi reverencia, preso yo de sus singulares melodías. Descubridor de solitarias cumbres, paz reina en ellas, firme yo, cuyos serios sauces. Quiero escapar del corazón, de sus penurias y de las frías caricias de judas. Poesía, día a día mas dentro de mi anida. Perdición entre océanos de ternura. Mis errores siempre perdona. Irresistible conquista de su inalcanzable rostro y corona. La muerte me incito con su dulce mirada, me dicto 5 razones para quedarme a su vera, olvide las aceras y mi vida se consuma, cuales inocentes velas. Mis pasos caminaron por aquellos senderos, domé los dioses de la tristeza. Momentos me arrebataron mi mas profundo aliento, cerré los ojos por miedo, me congela. Elegantes alas mi ser eleva. Ilusiones me dijeron "Brotrataras de lo imposible, el silencio temerá tus palabras. Seras el único orador del papel capaz de renacer de sus propias cenizas y resucitaras sonrisas, aunque estas estén hundidas". Arcángeles arrodillados lloran de ira, me miraron con ojos perdidos y aclamaron abrazos, brazos sin pieles que amar. El tacto de un pétalo, su grandeza entre mis manos. Pintadas de artes las paredes, frente de piedra , palabras sin fusiles, miles sus poderes. Almas y gargantas con hambre, versos y sacrificios manchados de sangre. Un primer respiro, primeros pasos, burlador de monstruos insanos. Besos que liberaron, surcador de odiseas, euforia y tristeza derramaron, Hallé el amor y sus himnos. Mis sentimientos, fieles hermanos. Mis puños alzados, escalofríos y lágrimas, hago honor a mis actos. Desaparecí entre la luz del sol, luz de juventud y su resplandor, rodeado de trigos de oro. Un aprendiz pintado en oro.

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