domingo, 1 de mayo de 2011

Frío, jamás dormido.

 Ante esta clara oscuridad mi nombre viste : "Sastre de amaneceres". Mi alma vuela con aquellas doradas aves, viven los mas intensos romances. De pronto oigo una voz lucida de una mujer, como un bello diamante, me asusta y me seduce. Tempestad de hojas de papel, ansían palabras de oro amor y negro odio en su piel. Dolor, como si mi sangre me odiara. Miro mi puño apretado y enfurecido con los ojos de una bestia insana. Algo me dice "No abandones, amaras siendo niño entre estos jardines". Una avenida nevada, en ella pianos acogen los pasos de un nómada. Emociones, viejas amantes cuales se acercan y se alejan. Ellas, aromas para el corazón de sus suaves cabelleras. No te apagues llama, aclama la calma y con tu rotundo silencio ladra. A lo lejos, observo la tenue luz de una farola, la soledad dispara y guarda su pistola. Ansió aquella cueva hueca, titánicos poetas escondidos en ella. Dedos magos, mentes con fortalezas y espíritus sin fronteras. Alzar el vuelo como aquella arena, como los gritos de cuando naci o cuando muera. Bailo para no sentirme perdido, mientras que mi miedo busca cobijo. Aguas cantan, de la boca de plateados ríos. Cada una de sus gotas: Galgos de infinito filo, me acechan y amenazan con enamorar a mis oídos. Soy el príncipe de los tinteros. Fieras me oprimen el pecho, respirando nada mas que vientos de acero. Por los alrededores de mi cólera, contemplo sus destellos. Yo quiero ser llorando un cuerpo al desnudo, ante una dama de elegantes lienzos, entre un sol oscuro. Frió arde el palo en su podredumbre de un día de luto. Un lobo solitario se apresura hacia las cimas. De la pasión, del trueno de su aullido nace su luz y sus lágrimas se muestran ante el cielo jamas dormido. ¡Pub, pub! Siento el rugido de un latido, sonrió hasta aterrorizar a mi temor. Mano en mano " Ser mio, no yazcas en esta tierra, aun es temprano".

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