domingo, 1 de mayo de 2011

Sangre y tinta.

Hijo, crea, con tu bolígrafo harás que este mundo insípido sienta. Crea y no dejes jamas que la locura de la poesía te hiera, tampoco dejes que entre en tus venas. Escucha el asfalto, las calles te darán lo necesario. Doma cada cielo aunque este en lo mas alto. Se un dios de la palabra, nombra tu nombre al mismísimo diablo. Rencores, odios, no los dejes a un lado, haz de ellos tus armas. Riete de las mas gigantes bestias, saborea las luces del alba. Haz que tus días hagan de ti un guerrero. A tus miedos, mirales a los ojos y no pestañees, enfrentate a ellos. Conquista reinos de corazones, vive cada frase, cada verso y crea imperios de sentimientos. Envidia a los ruiseñores, cuales danzadores del cielo. Haz de tu bolígrafo un rey cual vaga por estos valles blancos de papel. No hagas de tu alma un hombre encadenado. Se el fuego, tan grande y devastador como para arder el tiempo, ama tus enemigos. Desenvaina cada espada y ponle fin a cada guerra. Crea bellezas, extrañas e inexistentes, devora cada mente insana. Ama el amor como si fuera un tesoro y luze entre sus laberintos de oro. Baila entre penumbras aunque estés solo. Pese a los intentos por frenarte de las molestas tormentas hijo, haz de ti un poeta cuya mano desarme a las fieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario